El ácido ascórbico, aunque sea directamente un antioxidante, en presencia de metales como el hierro y el cobre aumenta la producción de radicales libres, debido a su capacidad de reducir Fe3+ y Cu2+ en Fe2+ y Cu1+ . La concentración cerebral del ácido ascórbico es aproximadamente 10 veces mayor que la plasmática. Por lo tanto, el uso de suplementos de ácido ascórbico con la finalidad de disminuir el estrés oxidativo en enfermedades neurodegenerativas y en general a nivel extracerebral podría ser perjudicial, debido al aumento de la concentración de hierro en las áreas afectadas.
Los principales antioxidantes endógenos que actúan en el cerebro son las enzimas superóxido dismutasas (SOD) dependientes de oligoelementos como le Cobre, Zinc y Manganeso, y el sistema glutatión. Las SOD degradan el O2 - y genera H2O2 . La peroxidasa del glutatión es una enzima dependiente de selenio y glutatión reducida, que cataliza la transformación de H2O2 en agua.
Un exceso de metales como el hierro y el cobre, agravan el estrés oxidativo, puesto que en su metabolismo se originan más radicales libres. A su vez el ácido ascórbico favorece la absorción intestinal de hierro...
Mucho cuidado pues con exceso de ácido ascórbico o derivados de la vitamina C en pacientes que ya de por sí tienen elevados niveles corporales de hierro. Un exceso de celo antioxidante puede tener un efecto paradójico y promover precisamente los fenómenos oxidativos
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Dr Cruz Velarde
Neurólogo
