La Esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune, pero otros factores de riesgo emergentes están cobrando peso en su patogenia y abre nuevas posibilidades de tratamiento.
Diferentes estudios han demostrado la relación entre diferentes alteraciones del metabolismo de los lípidos en la esclerosis múltiple.
Así, se ha visto que pacientes con alteraciones vasculares, elevadas cifras de colesterol total y LDL colesterol tienen un mayor riesgo de progresión de la enfermedad, empeoramiento de la discapacidad y un mayor número acumulativo de lesiones en la Resonancia magnética, mientras que una mejoría en el perfil de HDL colesterol se asocia a un menor volumen de carga de lesiones.
Un estudio de estos factores puramente vasculares y del metabolismo lipídico pueden aportar un nuevo campo a tener en cuenta dentro de un tratamiento integral de esta enfermedad
Dr Cruz Velarde
Neurólogo
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