Vivir en modo supervivencia, inundados de hormonas de estrés nos pone a punto para luchar o escapar .Cuando nos encontramos en ese estado, el foco de atención se estrecha, porque en situaciones de peligro, poner los cinco sentidos en el mundo físico y externo es crucial para la supervivencia.
Las distintas secciones del cerebro que normalmente cooperan , empiezan a subdividirse y ya no se comunican de manera eficaz, dejan de funcionar como una unidad coherente y entran en su estado de incoherencia.
Esto lo podemos evidenciar de forma objetiva mediante mapeo cerebral de cara a poder trabajar mediante neurofeedback.
Este estrés mantenido puede simplemente ser en caso infantil , acoso escolar, estrés por situación de inferioridad o falta de comprensión en la escuela, de tal forma que el niño ya va al colegio con una imagen negativa tanto de la escuela como de su propia imagen en ella.
En adultos, malas relaciones con compañeros de trabajo, con el jefe, tensión continua, baja autoestima y motivacional producen el mismo efecto.
Dr Cruz Velarde
Neurólogo
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