El estrechamiento de las arterias carótidas puede dañar el cerebro , restringiendo el flujo sanguíneo adecuado.
El estrechamiento de la arteria carótida en el cuello puede estar relacionado con problemas en el aprendizaje, la memoria, el pensamiento y la toma de decisiones, en comparación con las personas con factores de riesgo similares pero sin estrechez en estos vasos sanguineos., según un estudio que se presentará en la 2014 Annual Meeting de la American Academy of Neurology que se celebrará en Filadelfia, Estados Unidos, del 26 de abril al 3 de mayo. Brajesh K. Lal, de la University of Maryland School of Medicine, en Baltimore, Estados Unidos.
El enfoque del diagnóstico y el tratamiento de obstrucciones de las arterias carótidas se basa en prevenir el ictus o infarto cerebral, pero estos nuevos datos vienen a remarcar que la disminucuón del flujo sanguineo cerebral también puede repercutir en las funciones cognitivas, bien por lesiones asintmáticas o bien por disminución crónica del riego cerebral sin lesiones evidenciables en los estudios de neuroimagen.
Estos resultados subrayan la importancia de evaluar el estado de la memoria y el pensamiento en personas con alteraciones del flujo sanguineo de las arterias carótidas.
En el estudio participaron 67 personas con la afección, conocida como estenosis carotídea asintomática (ACS), con una reducción del 50 por ciento en el diámetro de la arteria, y 60 personas con factores de riesgo vascular pero sin la condición.
Los factores de riesgo incluyen diabetes, presión arterial alta, colesterol alto y enfermedad arterial coronaria.Los participantes en este estudio se sometieron a pruebas exhaustivas para habilidades generales de pensamiento y para aspectos específicos de pensamiento tales como velocidad de procesamiento, aprendizaje, memoria, toma de decisiones y lenguaje.
La investigación encontró que el grupo ACS realizó significativamente peor las pruebas de memoria y de pensamiento en general. En las pruebas de aspectos específicos de pensamiento, fue peor en las de velocidad motora y de procesamiento y aprendizaje y memoria, mientras que los test de lenguaje no difirieron entre los dos grupos.
Si estos resultados se confirman en estudios más amplios, tendrán importantes implicaciones para nuevos objetivos de tratamiento tanto médico como rehabilitación cognitiva.