Tanto las plantas como los animales marinos proveen diferentes tipos de grasas omega-3, pero las más valiosas para su cuerpo y cerebro son el ácido docosahexaenoico, o DHA, y el ácido eicosapentaenoico, o EPA.
Las fuentes vegetales como las semillas de lino, las semillas de chía y el cáñamo proporcionan ácido alfa-linolénico, o ALA. Las fuentes marinas como el pescado de agua fría y sus aceites son las únicas fuentes importantes de DHA y EPA.
ALA es un precursor de EPA y DHA, pero la conversión requiere una enzima que no funciona bien en muchas personas.
Además sólo se puede convertir aproximadamente cinco por ciento de ALA de alimentos vegetales en EPA, y en cantidades aún más pequeñas de DHA. Menos del uno por ciento de ALA generalmente se convierte en DHA.
La mayor parte del ALA que obtienes de fuentes vegetales se oxida o quema para obtener energía. Una gran fuente de combustible, pero no para las otras funciones que desempeñan los omega-3 marinos en el cuerpo, incluida la señalización celular y la participación en otras vías bioquímicas críticas.
Dr Juan A Cruz Velarde
Neurólogo
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