Desde hace años se conoce que la dieta puede influir en la composición de los neurotransmisores cerebrales. La mayoria de estos neurotransmisores se forman a partir de determinados aminoácidos. Cambios dietéticos de exceso o deficiencia de determinados aminoacidos pueden influir en la concentración de neurotransmisores como la dopamina, noradrenalina o serotonina y pueden ser estrategias terapeúticas de apoyo en síndromes como déficit de atención, hiperactividad, depresión, ansiedad o alteraciones de sueño, o bien influir negativamente en la evolución de los mismos.
Asi mismo, cambios en la microbiota intestinal pueden provocar que tambien aumenten o disminuyan estos neurotransmisores, pues determinadas especies pueden sintetizar o metabolizar en el intestino estos neurotransmisores referidos que luego pueden pasar al cerebro via plasmática o de forma más directa via nervio vago a traves del eje intestino-cerebro.
Así por ejemplo, especies como Escherichia, Bacillus, y Saccharomyces aumentan la biosintesis de norepinefrina, Clostridia y Candida metabolizan la fenilalanina y tirosina en norepinefrina, Bacillus y Escherichia aumentan la biosintesis de dopamina o Bifidobacterium que intervienen en el metabolismo del tripfófano y serotonina.
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