Quizás recuerdes haber dibujado el esquema de una célula en el colegio, pero quizás no recuerdes. En general , la célula consta de núcleo, que contiene el ADN,con las instrucciones genéticas del organismo.El núcleo es el corazón de la célula, donde reside toda la información. Pero en este espacio celular también flotan otros elementos, entre ellos los motores que dan energía a la célula. Estos motores se llaman mitocondrias.
La mayoría de las células de tu cuerpo contiene mitocondrias. Algunas contiene muchas más que otras.cuanta mas energía necesita una célula concreta, más mitocondrias tiene que tener para que le produzcan esa energía. Por ejemplo, las células del cerebro, de la retina, del corazón y del hígado contiene muchas mas mitocondrias que la mayoría de las demás células del organismo, porque las tareas de pensar, ver,bombera sangre y procesas las toxinas requieren mucha energía.
Las células necesitan combustible para llevar a cabo muchas funciones:construir, mantener y reparar los tejidos y eliminar los residuos tóxicos. Las toxinas puede proceder de los medicamentos, de los pesticidas y herbicidas, de la contaminación ambiental, o bien residuos del funcionamiento básico de la célula (todo motor emite residuos).Un exceso de toxicidad puede abrumar las células y a los órganos, pero , por fortuna, para eso tenemos las mitocondrias, que aportan energía a las células que se encargar de procesar las toxinas liposolubles y convertirlas en residuos que se puedan eliminar por el hígado y los riñones.
Las mitocondrias también se encargan de programar la muerte celular. Todas la células terminan por morirse, y es esencial para la salud la muerte celular en su debido tiempo. Cuando la mitocondria da la señal, la célula se abre para inundarse de calcio en una muerte celular programada o apoptosis.
Las mitocondrias, al generar energía, desempeñan un papel importante en el control de los fenómenos de neuroplasticidad, incluida la diferenciación neuronal, el desarrollo de neuritas, la liberación de neurotransmisores y la remodelación dendrítica. Estos orgánulos son muy móviles y se mueven dentro y entre los compartimentos subcelulares implicados en la neuroplasticidad (terminales sinápticos, dendritas, cuerpo celular y axón).
Existen datos que sugieren que las mitocondrias emiten señales moleculares (por ejemplo, especies de oxígeno reactivo, proteínas y mediadores de lípidos) que pueden actuar localmente o viajar a objetivos distantes, incluido el núcleo . Por lo tanto, no es sorprendente que las alteraciones en las funciones mitocondriales y la señalización estén implicadas en la neuroplasticidad y la degeneración neuronal dañadas en la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, los trastornos psiquiátricos ,alteraciones neurodesarrollo infantil y los accidentes cerebrovasculares.
Si las mitocondrias carecen de las fuentes adecuadas de nutrientes para alimentar la producción de ATP) que a su vez, produce la energía que alimenta los procesos celulares necesarios para mantener la vida, la célula no puede realizar su función con eficiencia. Además, si las mitocondrias están sometidas a un esfuerzo excesivo,empiezan a desintegrarse. Cuando la célula tiene menos mitocondrias, las que quedan están sujetas a una carga mayor para producir la energía necesaria. Esta sobrecarga de las mitocondrias transmite la señal al núcleo de muerte celular y se suicida prematuramente. Esto conduce a un envejecimiento mas rápido de los órganos y del cuerpo en general, sobre todo del cerebro,donde tiene tanta importancia el funcionamiento de las mitocondrias.Y esto puede llevar a u vez a problemas de memoria, atención, obnubilación, hiperexcitabilidad, depresión, ansiedad y atrofia cerebral.
Dr Juan a Cruz Velarde
Neurólogo
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