Las hormonas del estrés, los glucocorticoides, se unen a las proteínas del receptor intracelular y actúan como factores de transcripción que afectan la actividad del gen.
Estos efectos genómicos ocurren durante horas e incluso días produciendo cambios a largo plazo en la plasticidad sináptica y la transmisión neuronal.
Además de esta vía genómica clásica, hay evidencia de que las hormonas del estrés pueden tener efectos inmediatos y no genómicos en la función cerebral.
Utilizando imágenes de resonancia magnética funcional no invasiva se han realizado estudios en ratas despiertas y adrenalectomizadas que recibieron dosis intravenosas de corticosterona que simulan los niveles sanguíneos de hormona logrados con un estrés modesto,puntual e intenso( al contrario un estrés continuado tiene un efecto atrofico sobre el hipocampo).
La dosis de corticosterona que simula un alto estrés provoca un aumento significativo de la actividad funcional en el hipocampo, la corteza del cerebro anterior y el hipotálamo lateral minutos después de la administración.
Este hallazgo muestra que las hormonas del estrés pueden tener efectos no genómicos en la actividad cerebral que afectan potencialmente la respuesta cognitiva y conductual inmediata a una experiencia altamente emocional.
Dr Juan A Cruz Velarde
Neurólogo
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