Hay gran evidencia sobre la estrecha relación existente entre el tejido adiposo y la aterosclerosis acelerada.
El tejido adiposo es un órgano endócrino que libera gran cantidad de citoquinas denominadas adipoquinas. Estos productos intervienen en la homeostasis del peso corporal, la inflamación, la coagulación y la fibrinólisis lo cual a su vez afecta la aterosclerosis y sus complicaciones clínicas.
Las adipoquinas con actividad proinflamatoria son el TNF α, la IL-6, el inhibidor del activador del plasminógeno-1 (PAI-1), el angiotensinógeno, la leptina y la resistina.
La elevada producción de estas sustancias proinflamatorias durante el estado de obesidad, principalmente abdominovisceral, es probablemente la causa responsable del elevado nivel circulante de proteínas reactantes de fase aguda que lleva a un estado de inflamación crónica de bajo grado.
La adiponectina es una citoquina de acción antiinflamatoria producida por el tejido adiposo cuyos niveles se encuentran disminuidos en el estado de obesidad.
Dr Juan a Cruz Velarde
Neurólogo
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