Dr Cruz Velarde

2 de jun de 2015

ESTRES Y MUERTE NEURONAL:EL NAÚFRAGO DE MAELSTROM

El estrés es la forma natural en que un organismo vivo reacciona ante un peligro, una amenaza: se activan sus mecanismos de defensa para afrontar esa situación.

No siempre el estrés se asocia a un asunto desagradable; hay
 

 
situaciones en que el organismo tiene que mantenerse más activo de lo habitual,“estresado”, para alcanzar un objetivo: perder un taxi, prepararse una presentación oral, un exámen, marcar gol en el lanzamiento de un penalti...

Cuando el estrés, respuesta natural del organismo, toma caminos viciados o perturbados, ose hace crónico
 

 
puede dañarnos.

Se acumulan cada vez más datos experimentales y clínicos que lo demuestran: el estrés, si su intensidad y duración sobrepasan
 

 
ciertos límites, produce alteraciones en el cerebro.

Estas lesiones por estrés van desde modificaciones leves y reversibles hasta situaciones en las que puede haber muerte
 

 
neuronal.

Los perjuicios que puede producir el estrés sobre nuestro cerebro
 

 
están directamente relacionado con los niveles de hormonas
 

 
(glucocorticoides y otros) secretados en la respuesta fisiológica del organismo. El exceso de glucocorticoides provoca una cadena de alteraciones en diversas estructuras cerebrales,
 

 
especialmente en el hipocampo, una zona que juega un papel crítico en muchos procesos de aprendizaje y memoria.

PRIMERAS ETAPAS DE LA VIDA SON BÁSICAS

La respuesta al estrés depende en gran medida de la primeras etapas de vida.

Las crías de rata a las que se acaricia responden mejor al estrés cuando son adultas y cuando envejecen pierden menos neuronas

Las primeras experiencias (fundamentalmente el cuidado materno) provocan cambios hormonales y celulares definitivos en e lhipocampo, la amígdala y otras estructuras límbicas con especial afectación de circuitos colinérgicos, dopaminérgicos y serotoninérgicos.

Esto cambiará el modo en que el adulto responde al estrés, su tendencia a adicciones y las capacidades cognitivas.

La literatura recogedora del saber popular,también se hace eco de la observación de cómo el estrés desmedido agudo ó crónico repercute en nuestro envejecimiento.

Edgar Alan Poe en "Un descenso al Maelström",cuenta la historia un anciano que afirma no serlo, pese a su apariencia tras sobrevivir a un terrible naufragio....:

"No hizo falta más que un día para transformar mis cabellos negros en canas, debilitar mis miembros y destrozar mis nervios."
 

 
Se hizo a la mar con dos de sus hermanos,cuando se desató un terrible huracán, que atrapó el barco. Se arrojó al agua, sujetándose a un barril. Tiempo después, sin que pueda precisar más, fue izado al barco de unos amigos que, sin embargo, no le
 

 
reconocieron por su aspecto de viejo canoso..."

Un descenso al

Dr Juan A Cruz Velarde
 

 
Neurólogo
 

 
www.neuronae.net

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